Octavo capítulo

Llegué a casa, y sin ni siquiera pararme a desvestirme o a comer, me conecté al messenger. Ahí estaba él, esperándome, como cada día. Hablar con él era como parar el tiempo, o hacerlo volar, dependiendo del momento. No se me ocurría forma mejor para afronta la vida que con él a mi lado, algo se esetaba gestando entre nosotros, algo muy bonito, pocas eran las personas con las que yo había adquirido tal afinidad, con tan sólo hablar por messenger, me sabía desde el nombre de su perro hasta la hora en que nació. Y era tan guapo... De verdad, que estaba viviendo en un sueño desde aquel 16 de noviembre. Mi mente sólo podía girar en torno a él y al pensamiento de...si con tan sólo hablar ya me tiene loca, qué pasará el día que nuestras miradas se encuentren? El arcoiris ante mis pies...sólo se podría comparar a eso, sí...
La pantallita naranja brilló en mis pupilas...
-Hola, guapa! Qué tal el día?
-Hola! Pues un poco cansada, pero bueno, el hecho de hablar contigo me da fuerzas :D
-Tengo muchas, muchas ganas de verte, ¿sabes? No te imaginas la cantidad de veces que pienso en tí a lol argo del día...
-Eso tiene fácil solución...los pensamientos pueden materializarse.
-Pues me acabas de dar una idea...Mañana tengo mucha tarde para materializarte...te gustaría?
-¿Lo dudabas?
-Pregunto...
-La duda ofende...es más, podría decirte con seguridad que en estos momentos es lo que más ansío del mundo...
-Pues ya está todo dicho, la hora la pones tú, guapa ;)
-A las 7 y media en el parque de Los Cuatro Vientos?
-Ok ;)
-Pues mañana nos vemos entonces, me tengo que ir...he quedado con mis apuntes de filosofía...
-Jo, qué pena, bueno, mañana más y mejor... :D
-No puedo esperar...
-Te voy a echar de menos.
-Y yo...Hasta mañana!
-Adiós, guapa, un beso.

Ups...todavía estaba sin comer...ya se había vuel to a romper la cadena que ataba el reloj a las horas...

Séptimo capítulo

Y tanto que me sonaba...Era el tío aquél que sin saber desde cuándo ni cómo, era mi sombra. No sé de qué me conocía, creo que simplemente de vista, de cruzarnos por la calle, o de alguna fiesta en común, o de haberme visto en alguna red social, pero era evidente que en algún momento de su vida se fijó en mí, y no era la primera vez que me miraba de esa manera... yo, obviamente, no... Ni siquiera sabía cómo se llamaba. No había reparado en él hasta que se levantó del suelo y me miró fijamente a los ojos. Entonces me percaté de que me estaba empezando a sudar la nuca, cosa que sólo me ocurre cuando se suceden ante mí situaciones bochornosas...
-Creo que se te ha caído esto, guapa...
-Esto...sí, gracias...Bueno, me tengo que ir a...emm...a sacar al perro, que todavía no...En fin.
No me preguntéis por qué, pero me puse nerviosa...Será que me sentí intimidada, o que era muy evidente que buscaba mis ojos y para mí era un compromiso tal saber que me conociera y yo tener que hacer como si nada...Porque yo no soy de las que saludan a cualquiera sólo por conocerlo de vista o por saber que babea por mí.
Hizo un gesto contradictorio, como de querer quitarse de enmedio pero a la vez seguir hacia adelante...y dijo:
-Hasta luego nena...
-Adiós,-dije sin mirar ni atrás.
Me tuve que sentar en un banco porque me había quedado en estado de shock...Qué momentazo...Entró a comprar, tardó unos veinte minutos en salir. Miró hacia donde yo estaba sentada, giré la cara en un triunfal gesto de despiste, arrancó la moto y se fue. Y yo me acordé de que tenía que comprar... En ese momento me vibró el móvil, un mensajito. "Tengo ganas de verte ya...Conéctate cuando yegues a casa. Muak!".
No se me ocurría mejor forma de motivación para afrontar el día.

Sexto capítulo

-Mañana irás al insti no? Que ya toca...
-Sí tío...La verdad es que ha sido una semana sabática. Tú haces algo mañana?
-Pues la verdad es que sí..tenía que bajar al banco a ingresar el dinero para el viaje de mi padre...Así que, como a tí, me tocará madrugar...
-Vaya...
-A qué hora entras tú al insti?
-Pues a las ocho y media...al amanecer como quien dice...y salgo a las tres...
-Qué putada no? Como yo ya no sé lo que es eso...
-Qué suerte tienen algunos...Bueno me voy a la cama, que mira qué hora es...Que te sea leve mañana...
-Vale, yo también me voy...Hasta mañana! Un beso guapa.
-Muaaak!

Cerré la ventanita. Me quedé un poco pillada la verdad, porque nunca me solía decir hasta mañana, más que nada porque solía ir a su bola...Bueno, le habrá dado por ahí. Cosas más raras se han visto, pensé...

El día amaneció soleado. Apetecía escaparse a cualquier sitio, que no fuera al que tenía que acudir como un clavo, osease, al instituto... Una ligera brisa me alborotó el pelo, y el simple hecho de pasar por el que sabía que era su recreativo favorito, en el que pasaba horas y horas, me sacó una sonrisa y me hizo más llevadera la mañana. Era la primera de las miles de veces que pensaba en él al día. Era como un ritual, siempre que pasaba por ahí se me encendía su chispa en la cabeza. Era como la señal de que de verdad había empezado el día. Este chico me había calado hondo...y pensar que tan sólo llevaba un mes hablando con él por messenger, pero suficiente...Ese era mi peor defecto, encariñarme rápido de las personas, pero bueno, me daba igual, el simple hecho de pensarlo me hacía feliz, me iluminaba la cara de tal forma que la gente me lo llegó a notar incluso antes de tiempo. Me daba igual. Era feliz y estaba experimentando una sensación nueva. Qué más daba todo. ¿Sería amor?
Y en esto iba yo pensando cuando entré a clase. Me faltó poco para comerme a Isidro, el profe de mates.

-Chicos, colocad las mesas, os voy a hacer una prueba escrita...

La ostia, examen sorpresa. Me bajé de la nube de golpe, Auch! Qué daño...Vuelta al mundo real.

-Miriam, a ver si te vamos a tener que ir marcando el paso con tambores, que casi me comes.
-Eem...sí...-dije bajando la cabeza. No se presentaba muy bien el día que digamos...

Una hora después Isidro nos dijo que podíamos marcharnos, que la profesora de la hora siguiente no iba a venir, así que teníamos dos horas libres más el recreo para salir. Me fui a casa, pero antes me paré en la panadería a comprar el pan y algo para desayunar. Al salir veo a un chico bajarse de una moto...Se acerca. Tiene pinta de llevar camino de la panadería...
Cuando lo tengo a dos palmos de mis narices se me caen las gafas de sol al suelo. Se agacha a recogerlas y...Ostia, su cara me suena...

Quinto capítulo

Una semana estuve con los nervios en el estómago, una semana, con sus siete días y sus siete noches, esperando a que se conectara...Lo único que me consoló tras este tiempo fue ver que al parecer él también tenía ganas de hablar. Como cada noche, me conecté al messenger, con una esperanza disminuida proporcionalmente al número de noche que iban pasando desde aquel domingo...pero...¡Plin! Pantallita blanca...¡Se había conectado! Bingo... Pantallita naranja a los dos segundos...
-Hola guapa! ke tal?
-Hola guapooo bien y tu?
-Siento no haber podido conectarme ni dirigirte la palabra en ningún momento, pero es que no he tenido internet...
-Vale no pasa nada...(dije resignada, no esperando otra explicación distinta) ke sepas ke te he exado de menos...
-Si te soy sincero, yo a ti tmb...la verdad es ke tenía ganas de hablar contigo, curiosidad por conocerte más no se...
-Nos dejamos una conversación pendiente tu y yo no te acuerdas? (crucé los dedos por que se "quisiera" acordar...)

Pasó un rato hasta que le dio por contestar...yo estaba ya con los nervios de punta, casi para mandarlo a la mierda vaya...

-A ver...mira, no sé cómo decirte esto, temo que me rechaces por ser como soy...
-Hasta que no me lo cuentes no podré juzgar nada ni decidir nada...
-Mi vida es una mierda, desde que murió mi madre no he levantado cabeza, no sé si estoy capacitado para llevar una relación, he sufrido mucho y no quiero arrastrar conmigo a nadie sabes?
-Pensaba que era otra cosa...Mira no te conozco de mucho, pero pienso que las cosas se llevan como se quieren llevar entiendes? Y que por muy poco que haga que te conozca, yo estaré ahí siempre para ayudarte, como amiga o como lo que lleguemos a ser, si es que llegamos a algo...
-No lo entiendes, Miriam, mi padre pasa de mí, estoy totalmente solo, estás segura de que quieres intentar algo con alguien así?
-No he estado más segura en mi vida, las cosas si no se intentan, no sabes cómo fluirán...Tú estás solo, yo también, qué problema hay?
-El problema de que acabes odiando mi soledad...
-Sabes? Me pareces un chico frágil al que nadie ha sabido dar su cariño y que la vida sobretodo ha provocado que así sea, y yo...Bueno yo soy muy parecida a ti en ese aspecto, ¿no crees que en la vida todo pasa por algo?
-Exacto, las cosas siempre pasan por algo, pero no se sabe cómo acaban...
-Nunca has oído eso de "carpe diem"?
-Sí...alguna vez que otra...
-Y las personas siempre se encuentran por algo también. Me tendrás aquí para todo...no lo olvides
-Gracias por ser así conmigo...La verdad es que eres de las pocas personas que lo hacen.
-Me dejas ser tu carpe diem?
-Mmm...me has convencido...Además esos ojazos no me dejarían escoger otra opción tampoco...

Y la conversación siguió hasta altas horas de la madrugada, había que recuperar el tiempo perdido...