Quinto capítulo

Una semana estuve con los nervios en el estómago, una semana, con sus siete días y sus siete noches, esperando a que se conectara...Lo único que me consoló tras este tiempo fue ver que al parecer él también tenía ganas de hablar. Como cada noche, me conecté al messenger, con una esperanza disminuida proporcionalmente al número de noche que iban pasando desde aquel domingo...pero...¡Plin! Pantallita blanca...¡Se había conectado! Bingo... Pantallita naranja a los dos segundos...
-Hola guapa! ke tal?
-Hola guapooo bien y tu?
-Siento no haber podido conectarme ni dirigirte la palabra en ningún momento, pero es que no he tenido internet...
-Vale no pasa nada...(dije resignada, no esperando otra explicación distinta) ke sepas ke te he exado de menos...
-Si te soy sincero, yo a ti tmb...la verdad es ke tenía ganas de hablar contigo, curiosidad por conocerte más no se...
-Nos dejamos una conversación pendiente tu y yo no te acuerdas? (crucé los dedos por que se "quisiera" acordar...)

Pasó un rato hasta que le dio por contestar...yo estaba ya con los nervios de punta, casi para mandarlo a la mierda vaya...

-A ver...mira, no sé cómo decirte esto, temo que me rechaces por ser como soy...
-Hasta que no me lo cuentes no podré juzgar nada ni decidir nada...
-Mi vida es una mierda, desde que murió mi madre no he levantado cabeza, no sé si estoy capacitado para llevar una relación, he sufrido mucho y no quiero arrastrar conmigo a nadie sabes?
-Pensaba que era otra cosa...Mira no te conozco de mucho, pero pienso que las cosas se llevan como se quieren llevar entiendes? Y que por muy poco que haga que te conozca, yo estaré ahí siempre para ayudarte, como amiga o como lo que lleguemos a ser, si es que llegamos a algo...
-No lo entiendes, Miriam, mi padre pasa de mí, estoy totalmente solo, estás segura de que quieres intentar algo con alguien así?
-No he estado más segura en mi vida, las cosas si no se intentan, no sabes cómo fluirán...Tú estás solo, yo también, qué problema hay?
-El problema de que acabes odiando mi soledad...
-Sabes? Me pareces un chico frágil al que nadie ha sabido dar su cariño y que la vida sobretodo ha provocado que así sea, y yo...Bueno yo soy muy parecida a ti en ese aspecto, ¿no crees que en la vida todo pasa por algo?
-Exacto, las cosas siempre pasan por algo, pero no se sabe cómo acaban...
-Nunca has oído eso de "carpe diem"?
-Sí...alguna vez que otra...
-Y las personas siempre se encuentran por algo también. Me tendrás aquí para todo...no lo olvides
-Gracias por ser así conmigo...La verdad es que eres de las pocas personas que lo hacen.
-Me dejas ser tu carpe diem?
-Mmm...me has convencido...Además esos ojazos no me dejarían escoger otra opción tampoco...

Y la conversación siguió hasta altas horas de la madrugada, había que recuperar el tiempo perdido...

Cuarto capítulo

Aquella tarde, cuando terminé de estudiar los exámenes de esa semana, la de los trimestrales que me traían por la calle de la amargura, me conecté al messenger. A los dos segundos, vi una ventanita emergente en la parte de abajo de la pantalla. Bien! El chico me había aceptado. Y digo el chico porque todavía no sabía ni su nombre. A Raúl se le había olvidado ese pequeño detallito...Bueno, no importaba, el caso es que ya habíamos sembrado, ahora tocaba recoger.
Un rato después, cuando ya no esperaba que se conectara, lo hizo. Me saludó con un simple hola, yo ya estaba nerviosísima. Reconozco que no había pensado en otra cosa en todo el día y si me hubiese acostado sin hablar con él hubiese sido un grandísimo palo, como el típico que te llevas cuando ves un cero como la copa de un árbol en un examen.

-Hola...! Qué tal? Bueno, supongo que Rau te habrá hablado de mí...no?
-Sí! Me dijo que había una chica que estaba deseando conocerme...y yo pues lo flipé, la verdad, porque es una cosa que últimamente no pasaba mucho...
-Venga ya, seguro que algunua tendrás detrás de ti.
-Para nada, estoy totalmente desentrenado si te digo la verdad...Bueno. como te llamas?
-Miriam. Y tú?
-Dani...
-Amm...jeje...Cuéntame cosas sobre tí no?
-Pues la verdad es que hay poco que contar...En mi tiempo libre hago música, se puede considerar que soy un intento de DJ...Pero bueno tampoco es que lo sea...lo único que sé es que la música es mi gran pasión.
-Vaya...pues ya tienes algo que contar...
-Tengo un perro que hace las veces de hermano...jajaja perdón se me va la pinza...
-Jajaja para nada...preferiría lo tuyo la verdad, porque para tener un hermano que dé más tralla que un perro...
-Bueno, ahora te toca a tí hablar...Cómo es que te has fijado en mí?

Yo la verdad, no sabía qué decirle, porque si le contaba que le había escogido al azar en una foto...supongo que me diría de todo menos bonita...ejem...

-Pues la verdad es que me pareciste guapo, no te voy a engañar. Pero Rau me dijo una cosa que me dejó un poco mosqueada...
-Qué te dijo?
-Pues que no sabía si ibas a querer nada, que estabas pasando por una etapa difícil o algo de eso...Y la verdad es que me gustaría que me dijeras si esto es así o no.
-Mira, si te digo la verdad, la etapa mala es mi vida entera...pero bueno para resumirlo queda muy bien lo que te dijo.
-No quiero un resumen, quiero que me cuentes lo que te pasa, porque al fin y al cabo me gustas y bueno, aunque no te conozca de nada, si te puedo ayudar en algo...
-Por desgracia no me puedes ayudar en nada guapa...
-Pero por qué?

Cinco minutos...Diez...Veinte. Ausente. Qué le habrá pasado ahora? Por qué me deja así?
Cuando estoy a punto de irme, parpadea la pantallita naranja con un mensaje suyo.

-Miriam, lo siento, tengo que irme, mañana hablamos vale? Te prometo que seguiremos hablando, tengo que cortar esto.

Y dicho eso, se va. Se ha pirado...Ahora sí que estoy nerviosa...